Alejandro Sanz cambia de discográfica y quiere asegurarse el éxito. Vuelve a su estilo habitual, como el título índica, pero sin olvidar su experiencia latinoamericana. Presenta sus canciones con esa mezcla de pop entre lo latino y el flamenco. Tal vez por eso vuelve a ser éxito, como de costumbre. Sin embargo, lo que más destaca es que no hay un canción estrella. Muchas podrían ser sencillos y se decide por No me compares, en su versión más clásica. Posteriormente saldría Se vende como single.